Es inevitable pensar en él, imaginarlo, extrañarlo. Amo su soltura, la fluidez de sus palabras, la belleza de su alma, el color de su voz. Me gusta su sonrisa, pero escuchar su risa, me ha robado el corazón. Pero si de amar se trata, nunca nadie usando letras, me había hecho el amor.

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Él.