A lo que iba es, lo que es maravilloso es que cada flor tiene una relación especial con el insecto que la poliniza
Cada orquídea se parece a cierto insecto y atrae a ese insecto. Su doble, su compañero del alma. Lo que más quiere es hacerle el amor. Después de que el insecto vuela, localiza a otra compañera del alma, le hace el amor y la poliniza.
Ni la flor ni el insecto entienden nunca la importancia de sus relaciones. ¿Cómo pueden saber que por su pequeño baile el mundo vive? Pero así es. Con hacer lo que fueron diseñados para hacer, sucede algo grande y magnífico.
Ellos nos enseñan a vivir. Que el único barómetro que tienes es tu corazón. Cuando localizas a tu flor, no puedes dejar que nada se interponga.
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