Me dijo "te voy hacer el amor".

Me sirvió un vaso con el jugo que me gusta, llenó la bañera 3/4, conocía la temperatura exacta cómo me gustaba el agua, me quitó la ropa y me ayudó a entrar... me lavó el pelo,  la espalda y los pies. Me llevó a la cama y mientras me secaba el pelo humedecía mi alma, me acostó boca abajo y comenzó a masajear mi espalda, no decía nada pero su suave respiración era lo más bonito que podía oír. No sé en qué momento me dormí... Pero cuando desperté en sus brazos me dijo, hay muchas maneras de hacer el amor, respiré profundo y lo besé. Y esta vez lo hicimos como yo sabía, con el cuerpo (ese amor que llega de lleno y entibia la piel).

El sabe perfectamente como hacer el amor cada día y es que para hacer el amor no es necesario el encuentro físico, se puede hacer el amor de muchas maneras; con un escrito, una caricia, una mirada, con una sonrisa cómplice, con un abrazo fuerte y sin decir nada, con un pecho amigo donde esconder las lágrimas.
¿Con una flor?
No, él nunca me regaló flores...

(Sin embargo fue capaz de traer la primavera a mi corazón).

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Él.