Estoy feliz.
Sé que es difícil de entender cuando se trata de mí, pero no miento, así se ve en mí la alegría, es un estado más puro. Estoy disfrutando las cosas pequeñas, las cosas mundanas que antes me pesaban y en las que tenía que fingir alegría. Hoy espero que llegue el sábado y me siento regalona los domingos. No estoy escondiendo algo, tal vez eso es lo que no reconocen, estoy libre de cargas, libre de falsedades, estoy satisfecha y deseosa de más. No soy la que conocía, no soy un alma apesadumbrada, soy un ser normal que concibe a la vida como cualquier persona que no la siente una maldición. Esta soy yo sin demonios, sin fantasmas, sin cargas, sin peso.
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