Transantiago.
A Francisco le gusta el transantiago.
Le agrada la manera en que se dobla cada vez que gira en una esquina.
Pero más que nada adora la manera en que lucen.
Similar a una oruga.
Cada tarde, después del colegio, se sienta fuera de su casa a esperar que, una de ellas, se convierta en mariposa.
Le agrada la manera en que se dobla cada vez que gira en una esquina.
Pero más que nada adora la manera en que lucen.
Similar a una oruga.
Cada tarde, después del colegio, se sienta fuera de su casa a esperar que, una de ellas, se convierta en mariposa.
Comentarios
Publicar un comentario