Confia.

Ten siempre la cabeza en alto y orgullo de quién eres.
No necesitas ser perfecto para quererte a ti mismo, simplemente intenta mejorar cada día, y tener claro que aunque falles, a tu alrededor siempre habrá gente dispuesta a ayudarte.
Y créeme: la vida siempre tiene reservada felicidad para ti.
Por más negro que veas el camino, como seres humanos nuestro deber es tener la esperanza y certeza de que tras la tormenta, saldrá el sol.

Solo sigue... y confía.

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Él.