No saben las ganas que tengo ganas de comprar un boleto e ir a su ciudad, de hablarle cuando me encuentre afuera de su casa y decirle que no tengo ganas de que el tiempo nos castigue con la distancia, decirle que la eternidad a su lado sabe a puro instante, que mis pensamientos huelen a él y la piel se me congela por no abrazarlo. Tengo ganas de decirle lo que nunca le dije a nadie y de intentarlo aunque todo apunte a que falle, que no le voy a dejar solo pero tampoco voy a amarrarlo. Tengo ganas de verlo, de hablarle, todo lo que mis días callan, que no he hecho planes para mi sola porque hay que seguir un camino juntos.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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