Y lo único que pido es que, si usted decide amarme para siempre, que por favor lo sienta de veras, todos los días.
Que no quiera dividir nada, ni omitir nada, ni esconderme nada.
Que si me va a amar para siempre, sepa que yo daré lo mejor para hacer de nuestra vida, algo que valga la pena; y si, me equivocaré de vez en cuando, pero prometo tratar de repararlo.
Porque cuando yo amo (y puedo decirlo ahora, que al fin conozco el amor), siento que quiero entregarle todo, a mi amor, y solo a mi amor, porque pucha que amo la vida de a dos.
Así que por favor.
Si usted decide amarme, que sea sin divisiones, que sea una entrega de 100% porque yo no dudaré en entregarle todo de mi y que jamás quede vacío.
Porque el amor conmigo es así.
Entero.
Porque yo no vine a querer a medias.
Si vamos a vivir un amor duradero, tenemos que hacer que valga la pena.
Si usted decide quedarse conmigo con todo lo que traigo, prometo entregarle mi alma completa.
Porque el hombre que se decida ser mío, no puede recibir un amor a medias.
Claro que no.
No si está mi nombre en juego.
Vamos a querernos completos.
Porque eso es lo que merecemos.
Y pucha que lo merecemos.
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