Se había detenido el tiempo.

Todo se había convertido en algo inmóvil.
Logró acercarse lentamente, abriendose paso en la multitud inerte.
Movió su mano ante el rostro de aquel muchacho, tratando de captar alguna señal de movimiento... no ocurrió absolutamente nada.
Quiso quitar el mechón que cubría los ojos de aquel joven, pero no tenía la altura necesaria.
Con gran esfuerzo logró su objetivo.
Pudo apreciar la variedad de castaños en su mirada y a ella reflejada en ellos.
Se preguntó como es que nunca antes le había visto, era justamente lo que ella buscaba.
Pero en un lapso de tiempo todo comenzó a retomar su movimiento.
Más velozmente de lo necesario, para recuperar el tiempo perdido.

Si, en un segundo todo ya se había ido.

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