Anciana

- El otro día vi a una anciana sentada en un banco y sonreía, no sé, parecía feliz... ¿y sabes en qué pensaba?
- ¿En sus nietos?
- No, pensaba todas esas palabras con canciones que oyó en determinadas circunstancias, en el amor que en muchas ocasiones no se atrevió a confesar, besos y caricias compartidas, pensamientos al azar.
- ¿Y cómo lo sabes?. ¿Se lo preguntaste?
- No, simplemente lo sé, porque algún día ella seré yo.

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