Requiem
Doloroso lamento el mio, pues cuanto más le suplico a la noche que me deje abrazarte, más difícil me es ver tus ojos por culpa de sus oscuros planes.
Suspiros al viento que no son oídos por nadie, amores que se desvanecen acariciando tu desatada melena del color del más bello azabache.
Tu aliento, dulce camino de vida, entrelazándose con mi agonía, deja impresa en mi la peor de las melodías.
Réquiem por mi alma gélido como tus mejillas, doloroso a la vez como cual espina de pez clavada en la garganta, pero dulce como sólo tu boca puede serlo en este momento.
Que yo muera y tu vivas para recordarlo hace que muera feliz, pues si tu murieses, alguien nos tendría que recordar a los dos.
Suspiros al viento que no son oídos por nadie, amores que se desvanecen acariciando tu desatada melena del color del más bello azabache.
Tu aliento, dulce camino de vida, entrelazándose con mi agonía, deja impresa en mi la peor de las melodías.
Réquiem por mi alma gélido como tus mejillas, doloroso a la vez como cual espina de pez clavada en la garganta, pero dulce como sólo tu boca puede serlo en este momento.
Que yo muera y tu vivas para recordarlo hace que muera feliz, pues si tu murieses, alguien nos tendría que recordar a los dos.
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