Gracias por tu tiempo.
Gracias por las risas.
Gracias por la confianza y la complicidad. Gracias por hacerme sentir bonita y por llenar tantos días de sonrisas bobas. Gracias por ese sobresalto que yo sentía cuando llegabas. Gracias por los cafés en tu compañía. Gracias por las noches en que vimos juntos la luna. Gracias por las sensaciones que estrené contigo. Gracias también por tu alegría que me contagiaba cuando mis días eran grises. Gracias por tu paciencia y por tu ciencia. Gracias vida por tu prudencia, por tu sentido del humor, por tu plática incesante. Gracias por los recuerdos.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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