Perdóname.

Ya era hora.
Divagaste durante muchas horas.
pero al final tuviste el coraje de decirlo todo.

Una mirada coqueta.
Un roze de tu pierna contra la mia.
Hasta que te armaste de valor y tomaste mi mano.

Decias algo y te contradecias con otra cosa.
Pero eso no tenía importancia, al fin de cuentas yo entendía lo que estabas diciendo.

Observabas mi boca mientras yo mentalmente imploraba que no hicieras lo que deseabas hacer.
Traté de mantener una distancia.
Pero fue en vano.

Rompias la distancia mientras adornabas el silencio con palabras.
Llenándome de opciones de felicidad, diciendo "todo lo que mis pretendientes no podrían entregarme y tú en cambio sí".
Pintaste un cuadro con nuestra vida juntos.

Disculpa querido, no pude besar tus labios.
No puedo mentir.
Te fuiste con lágrimas en tus ojos.
Al cerrar la puerta yo lloré por nosotros, no pude evitarlo.
Hay veces en que el sentimiento se apodera de tu cuerpo y la lógica decide reposar.

Te Quiero, sí. Pero no de esa manera.
Puedes irte si así lo deseas, nada ni nadie te retiene a quedarte aqui conmigo.
Pero por mucho tiempo que pase o por muy lejos que te vayas siempre estarás en mi corazón, siempre...

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