Tiempo.

Y el tiempo pasa, menos o más rápido pero inexorable igualmente.
Hace un año, pedía olvidar muchas cosas... hoy desearía mantenerme en este exacto segundo.
No seguir avanzando más que para atrás, a algún recuerdo grato.

Medir el tiempo en números exactos es lo que precisa todo lo que se ha vivido.
Parece que cada día es un paso más hacia lo que soy hoy, que definitivamente no se parece a lo que era en el ayer.
Equivocaciones y aciertos, lágrimas y sonrisas.

No importa. No importa si dolió, lo tomaría todo.
Lo haría todo otra vez, exactamente igual... Tal vez sólo agregaría pequeños detalles.

Nombres tal vez, perdones silenciados.
Pero jamás me disculparía otra vez por haber sido yo, con mis instintos y vicios, mis impulsos, llantos y risas.
Han cambiado muchas cosas desde entonces...
No hay marcha atrás.
Me disculparía por los daños colaterales, lo tomaría todo de nuevo y seguiría adelante.

Ahora, las grandes tristezas se volvieron pequeñas historias divertidas...

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