Un día imaginé cómo sería tener un hijo con usted (es lo que pasa cuando tienes mucho tiempo para pensar, la cabeza formula ideas y más ideas y empiezas pensando en qué tatuaje te harías y terminas pensando en cómo sería tener un hijo con la persona que amas).
Sería perfectamente él….o ella. Sería un ser maravilloso con un alma guerrera, como la suya y bondadosa como la mía.
…Seguramente tendría su inteligencia y mi ingenio. Le gustaría leer porque a nosotros nos gusta leer y no le gustaría mucho estar con el celular 24/7.
Tal vez también tendría su manía de quedarse dormida en todos lados a todas horas, pero le salvaría su sentido de la responsabilidad y siempre despertaría a tiempo para hacer sus deberes. Le gustaría la música como a mí y tendría su don para venderle hielo a un esquimal, entonces le iría bien en los negocios. Imagino que tendría su sonrisa constante y mi timidez para sonreír, entonces sonreiría poquito y su sonrisa sería muy bonita, como la suya…
…Tendría quizás sus margaritas y tal vez mis ojos, tendría quizás su barbilla y mis manos…tendría sus travesuras y mi amor por el dibujo y los instrumentos musicales, tendría su felicidad y mi escritura, entonces le haríamos sonreír mucho y nunca estaría triste.
Como yo, tendría el afán por no rendirse y siempre intentaría hacer lo correcto.
Y si las cosas no le salieran tan bien, tendría, como usted, el don de olvidar lo que salió mal, buscar soluciones y recomenzar.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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