Cristóbal, así se llama. Tenía la manía de agarrar mi comida sin mi permiso, dejarla a medio comer sin preocuparse por borrar las huellas del crimen e irse a estar con su celular en mi cama hasta quedarse dormido (Es decir 10 minutos después).
Cristóbal, también tenía los ojos bonitos y las mejillas a veces coloradas, las manos algo secas debido a su profesión en el hospital y hoyuelos en las mejillas; le gustaban los días de vacaciones, mirar Grand Designs, hacer cosas con sus colegas o amigos y salir a comer juntos. Su color favorito era el verde, su comida chatarra favorita los Doritos y le gustaba el agua mineral con gas.
A Cristóbal lo conocí un lunes, 3 de marzo del 2006 y la última vez que lo vi fue un martes, 21 de Noviembre, de este año.
Estoy esperando que llegue el próximo día de su libre para poder volver a dormir juntos y quizás, quien sabe, volver a escribirles algo de él por aquí.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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