Y es que añoro un teclado sensible. Adoro ese toque de presión que tienen, al tocar cada nota, el como se puede distinguir entre algo fuerte y algo despacio, hacer la misma maravilla que entrega un piano. Me gusta, a veces, ir a mi universidad y tocarlo, el rato mínimo que lo prestan. Y es que me lleno con música.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Él.