En muchas ocasiones, las personas suelen dar muchas cosas por sentado. Comen por inercia, escriben, caminan e incluso se peinan sin ningún problema. Se han preguntado alguna vez ¿qué es lo que se sentiría no poder hacer ninguna de esas cosas? ¿Qué es lo que se sentiría tener hambre y no poder comer un bocado como corresponde porque tu pulso no te lo permite? ¿Querer sostener un libro para leer y no poder hacerlo porque tus manos y brazos tiemblan? Yo les voy a introducir a este tema, pero primero que todo, me gustaría darles las gracias por tomarse el tiempo de leer mi blog, hoy les hablaré sobre el temblor esencial. Su definición es simple, es un tipo de movimiento tembloroso involuntario en el cual no se puede identificar una causa, el temblor es más probable que se note en las manos, pero puede afectar la cabeza, los brazos, las piernas u otros músculos. Las personas con temblor esencial pueden tener dificultad para sostener o usar objetos pequeños como tenedores, cuchara, cuchillo o una taza de té. Aunque las personas pueden confundir el temblor esencial con el Parkinson, son muy diferentes. Los pacientes de Parkinson tiemblan cuando las manos descansan. Pero la persona con temblor esencial tiembla cuando va a hacer algo como tomar un lápiz o va a hacer alguna actividad. Es por eso que los médicos clasifican el temblor como esencial, pero más que el nombre, no tienen más información sobre su causa. Yo tengo esta enfermedad, en la universidad me tocó vivir las burlas de mis compañeros, porque no lograba hacer las cosas como el resto de los niños y a causa de la ignorancia, todos mis pares pensaban que era Parkinson. No es fácil ser juzgada cuando no pides opinión. ¿Nunca les pasó que alguien en el colegio te dijeron que eres gorda y fea? Entonces llegas a tu casa, te miras al espejo y ves reflejado todo lo que ellos te destacan. A medida que vas creciendo, vas temiendo que es lo que pueda pensar la gente, qué es lo que te puedan decir, pues si ellos no te aceptan ¿quién lo hará? Pero no era una cuestión de arreglarme el pelo y que todo se solucionara. Yo no podía cambiar mis circunstancias, no era tan fácil como levantarme un día y decir: haz que mi cuerpo deje de temblar, necesito escribir, necesito comer, necesito maquillarme. Hay veces en la vida en las que crees que no tienes las fuerzas suficientes para seguir adelante, así que te pones una máscara en el rostro para venir a la universidad, fingiendo que todo está bien cuando en realidad no lo está, en tu casa te tumbas en tu cama, cuando ya no tienes que impresionar a nadie, ni siquiera a ti mismo y entonces viene ese miedo, vienen dudas ¿qué será de mi vida? ¿saldrá todo bien? ¿soy lo suficiente para lograr lo que quiero? ¿qué pasa si no me funciona? pero no hay que olvidar que nada está perdido, hasta que dejas de intentarlo. ¿Qué es lo que hay que hacer cuando ves que todo se te viene abajo? Hay dos cosas que queremos escuchar como seres humanos: primero que nada es escuchar que somos amados y lo segundo es que todo estará bien. Pasé mucho tiempo pensando en las cosas que no iba a poder hacer en la vida ¿quién iba a querer a alguien que no pudiese ni sujetar un vaso de agua? ¿Cómo iba a alimentar a mis hijos si es que no podía alimentarme bien yo sola? ¿Cómo iba a maquillarme si no podía sujetar ni el delineador? No podría hacer eso y no podría hacer aquello, no tenía ninguna respuesta y no conocía a nadie en tales circunstancias. ¿Qué pasó? ¿Qué cambió? Perspectiva. Como ves tu vida es la primera clave. Quién eres y en dónde estás en tu vida. Muchas personas me veían, me demoraba el doble de tiempo en escribir lo que ellos ya tenían, decían que no iba a lograr lo que yo quería ¿por qué? ¿Por tener una discapacidad? Discapacidad es algo que te impide lograr algo y ellos eran mi discapacidad. Comencé a usar servicios pesados y un mouse pesado para trabajar en el computador. También poner una servilleta entre una taza y el plato para evitar el sonido del tintineo, fui a muchos neurólogos, tomé pastillas para la epilepsia (recetados por el médico) debido a que pasaba durmiendo todo el día, mis padres decidieron dejar de administrármelas. Me informé sobre el tema y busqué testimonios en internet, encontré gente que sufría lo mismo que yo, cirujanos plásticos que, a pesar de las temblores, salían exitosos de sus cirugías. Mi madre siempre se hacía la misma pregunta: ¿Por qué yo y no ella? Porque Dios tiene un plan para mí –le dije- Tiene algo hermoso que está esperando por cumplirse, pero debo pasar por esto para poder llegar allí. Agradezco tener la familia que tengo, mis padres siempre me incitaron a nunca abandonar mis sueños, siempre me dijeron que podría llegar a cumplir lo que anhelaba. Siempre me dijeron que valía la pena. Hace casi unos dos años, comencé a tomar unas pastillas llamadas propanolol las cuales se toman tres veces al día y me permiten comer y escribir sin tanto temblor en los brazos. ¿Por qué les hablo de este tema? Porque me gustaría que se percataran que un "no puedo" no es razón suficiente para no hacer lo que quieres. ¡Yo puedo esparcir polvo de hornear a los berlines! (broma) Si el alma de verdad quiere lograr algo, no hay discapacidad que lo impida. Desde pequeña me gustó dibujar y cuando la mano se descontrolaba, botaba el papel y empezaba otra vez, he persistido con el arte y he mejorado muchísimo. No importa lo que la gente te diga. A mí me dijeron que no podría llegar a dibujar un rostro y lo hice. Tienes que concentrarte en algo positivo en tu vida, aferrarte a eso y partir de ahí. Una vez leí una frase que decía: "El día que creas que alcanzaste tu potencial completo es el día en el que no lo has alcanzado, porque todavía tienes el día de hoy". Ustedes y yo sabemos que podemos elegir entre mejorar una vida y empeorarla. ¿Qué van a decidir? Si suena el teléfono, ustedes deben ir a contestarlo, él no vendrá por ustedes. Si me quedo allí, meditando para que llegue hacia mí no pasará nada. Si me quedo allí, deseando que llegue, no pasará nada. Hay que ir a buscarlo, paso a paso, pero hay que ir a buscarlo. Si no avanzas, no hay forma de que llegues. ¿Qué sería de la vida sin dificultades? Juro que si me diesen la opción de eliminar todo lo que pasé, no lo haría, pues gracias a todo eso aprendí a disfrutar de los pequeños detalles que se dan por sentado. No puedes fijarte en las cosas que no puedes hacer, sino en las que si puedes. Dejen de pensar en las cosas que le faltan, piensen en las cosas que si tienen. No son las circunstancias las que tienen que cambiar, sino nuestro corazón. Las cosas se ven distintas cuando estás feliz y yo, aprendí a sonreír.

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