Yo te buscaba porque me agradaba compartir aunque sea unos segundos contigo. Yo te veía como mi persona favorita, como si en realidad todo lo que quisiera en la vida era compartirla contigo. Yo no tenía sexo, hacía el amor. Porque uno se da cuenta del cariño cuando se pone como tonta a mirar una foto tuya. Pero tenía miedo, miedo de decirte tantas cosas y que salieras huyendo. Miedo que después de confesarte mi amor, lo primero que me digas es que no podíamos suceder.
Pero sucedimos.
si llenas todos tus vasos con la misma cantidad de agua, alguno de ellos terminará rebalsando.
Comentarios
Publicar un comentario