Bebimos vodka de emociones
y Martini de la juerga de nuestros cuerpos.
Reiste de mis botas, bailamos al sonido de la música, al compás de nuestros impulsos, al revoloteo de tus pestañas.
Tenemos una resaca de pensamientos, de ilusiones alocadas.
Fue una noche de un "ven y sígueme".
Fue mágica, pero sin magos y sin trucos.
Reiste de mis botas, bailamos al sonido de la música, al compás de nuestros impulsos, al revoloteo de tus pestañas.
Tenemos una resaca de pensamientos, de ilusiones alocadas.
Fue una noche de un "ven y sígueme".
Fue mágica, pero sin magos y sin trucos.
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