Él.

Y él es eso que no quiero perder nunca. Me aguanta con toda mi magia, mi arte, mi música clásica, mi amor a los gatos y montones de mañas, incluso, en momentos, he llegado a pensar que me ama por esas cosas también debido a la forma en que me mira. Yo le noto un brillo en sus ojos que no sé si se ha dado cuenta, pero me sonríe sin necesidad de hacerlo con su boca. Y no me avergüenza escribirlo por aquí y que cualquier extraño o conocido lo lea, porque un amor así no se esconde. Porque orgullo es lo que siento al poder llamarlo mío. Porque este chico, lectores míos, me ha hecho sentir única en un mundo lleno de gente. Por eso lo escribo aquí, porque no quiero olvidar jamás lo increíblemente amada que estoy siendo en estos momentos. Así que esto es el amor. Bienvenido, al fin, a mi vida.