Era de esas personas que cuando se sentaba a mi lado me sujetaba la mano.
Me daba abrazos sorpresivos,si me veia triste retorcia su cara hasta hacerme sonreir,se culpaba de mis maldades y me culpaba de las suyas.
Me dejaba regalitos escondidos en lugares que sabia que yo tendria que revisar.
Nunca senti aprension ni soledad,pues sabia diferenciar entre un quedate y un ir.
Me enojaba para hacerme reir al instante.
Me llevaba en su espalda si llegaba el cansancio a mis piernas.
Me recordaba cuando yo no estaba.
Y con un abrazo me capturaba cuando nos volviamos a ver.
Era una de esas personitas que jamas...jamas voy a olvidar.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des
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