Aunque no lo creas, yo también he sentido la soledad, yo también he necesitado a alguien y nadie ha acudido, yo también he tenido el impulso de golpear, gritar, correr, llorar, morir…pero es que la vida es - a fin de cuentas - tan maravillosa como para enfocarse sólo en el dolor, sólo en la tristeza. Después de todo, los impulsos negativos se van y las experiencias son lo que nos queda.

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