Quizás yo sea la rara.

O a lo mejor los raros son el resto de la gente; lo cual, de una forma u otra, me haría diferente también.
Y es que yo no quiero princesas, ni Cenicientas, ni un gran vestido.
Ni tampoco necesito un gran coche, ni un hombre alto, rubio y con los ojos verdes.
Y además, tampoco necesito grandes momentos, ni 'Siempre nos quedará París', ni ningún "Buenos días, princesa!", ni ninguna otra frase en especial.
Tampoco necesito que Celine Dion le ponga una banda sonora a algo que sólo siento yo, ni tener una madrastra que me impida estar con quien quiero.
Yo sólo necesito algo normal, o quizás algo extraño
. Pero algo. Algo que me haga sonreír el resto de mis días, algo que me llene por dentro, algo que me complazca, algo que me motive, que me lleve a las nubes.

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