Ciego.
- Te haz quedado sin vista, ahora ya no puedes hacer nada más... Qué hiciste para merecer tal castigo? -preguntó la mujer.
- Te equivocas, esto fue un regalo.
- Pero que disparates dices ! Dicen que por los ojos puedes saber las intenciones de la gente.
-Eso dicen, pero son tonterias.
Puedes llegar a conectarte con el alma de alguien con un roze provocado o no intencional - contestó el hombre.
-Un roze? Con el alma? conectarte?
Fue en eso cuando agregó :
- Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos.
Un día cualquiera un hombre se encontraba sentado, leyendo en una cafetería.
Cuando en eso se acercó la mesera para servirle el café, cuando inesperadamente, al retirarle el platillo de la mesa, rozó su mano contra la de él.
Ambos sintieron los poros de su piel abrirse tal flores en primavera.
Conectaron sus miradas y no pudieron evitar reír.
Hasta el día de hoy si tu les preguntas cual ha sido la mejor experiencia de su vida, ambos coincidirán en una historia.
comprendes a lo que me refiero?
La mujer no contestó, sentía mucha curiosidad por rozar la mano del ciego y ver si quizás el sería esa persona especial, pero tenía muchas razones válidas para no hacerlo.
- Bien, ya me debo retirar señorita - Agregó el hombre.
Se levantó para colocarse su abrigo, pero al estirar su brazo rozó la mejilla de la mujer.
Ambos sonrieron
Ambos sonrieron
- Te equivocas, esto fue un regalo.
- Pero que disparates dices ! Dicen que por los ojos puedes saber las intenciones de la gente.
-Eso dicen, pero son tonterias.
Puedes llegar a conectarte con el alma de alguien con un roze provocado o no intencional - contestó el hombre.
-Un roze? Con el alma? conectarte?
Fue en eso cuando agregó :
- Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos.
Un día cualquiera un hombre se encontraba sentado, leyendo en una cafetería.
Cuando en eso se acercó la mesera para servirle el café, cuando inesperadamente, al retirarle el platillo de la mesa, rozó su mano contra la de él.
Ambos sintieron los poros de su piel abrirse tal flores en primavera.
Conectaron sus miradas y no pudieron evitar reír.
Hasta el día de hoy si tu les preguntas cual ha sido la mejor experiencia de su vida, ambos coincidirán en una historia.
comprendes a lo que me refiero?
La mujer no contestó, sentía mucha curiosidad por rozar la mano del ciego y ver si quizás el sería esa persona especial, pero tenía muchas razones válidas para no hacerlo.
- Bien, ya me debo retirar señorita - Agregó el hombre.
Se levantó para colocarse su abrigo, pero al estirar su brazo rozó la mejilla de la mujer.
Ambos sonrieron
Ambos sonrieron
Comentarios
Publicar un comentario