Ellos se conocían mucho antes de lo que creían.

Se habían visto muchas veces pero no lo sabían.
Ella jugaba en la arena con sus amigas mientras él se tiraba del puente con sus amigos.
Ella se reía de sus amigas cuando se bañaban en una enorme fuente mientras él se bañaba en la misma con sus amigos.
Ella pasaba todos los días por la misma parada mientras que él esperaba el bus.
Ella entraba todas las semanas en aquella librería mientras él entraba en el colegio de enfrente.
Ella solía pasar por ese portal todos los domingos mientras él vivía allí todos los días.
Ella pasaba por ese camino a menos veinte mientras él lo recorría a menos diez.
Ella se sentaba en la mesa delante mientras que él se sentaba detrás.
Ella ignoraba su mirada mientras él no dejaba de mirarla.
Ella soñaba con querer a alguien mientras él ya la quería.
Y así se conocieron, simplemente, por que el destino decidió que fuesen el uno para el otro.