Lo poco que se de la vida está en las líneas que no escribí.

Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa, y se olvida tomando dos.
Entre lo poco que sé de la vida, te diré que nada vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente.

Ése es el verdadero romanticismo:
Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus miedos, tus yo nunca o tus yo qué va.


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