Creo que últimamente la gente espera demasiado de las relaciones y eso las complica a un grado absurdo.
Estamos a la expectativa de recibir porque la fragilidad que nos invade cuando damos no parece darnos placer si no sentimos que nos corresponden. Y otros que no quieren tener una relación por miedo o por querer estar solos con el tiempo se arrepienten de lo que no sucedió. Y otros que están en pareja pero sienten placer en tener pretendientes a espaldas de su pareja solo por el mero hecho de sentirse bellos o cotizados. Yo no sé que le está sucediendo al amor pero hasta hace unos años el hecho de conquistar no era un fenómeno casi extinto. Ya nadie quiere amar por gozar la experiencia de entregar, compartir sino para exigir y exigir lo tal vez esa persona no llegue a ser. Y es ahí donde toda la magia se pierde por querer que las personas sean objetos celestes cuando olvidamos que somos humanos.
Espero que se den el tiempo de darle la oportunidad a esa persona que se dedica a cuidar de usted, incluso cuando usted no está presente o a esa que con buena intención les trata como les gusta.
Espero que ustedes se dediquen a una sola persona y escriban su propia historia romántica.
¿Si no vamos a amar para que queremos tantos sentidos?
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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