Antes creía que eran más mis ganas de verle de nuevo, que mis deseos de escribir. Creía que si dejaba de escribir sobre su ausencia, él lo notaría y vendría corriendo a tomarme por la espalda y besar todos esos lugares que solo él reconocía.
Ahora creo que poeticé demasiado la vida, que todo cuanto escribo desde el momento en que todos continúan, se ha convertido en mi catarsis.
De alguna u otra manera, me convertí en polvo, en agua, en algo efímero, algo que me costo sanar. Me convertí en esto, y nos convertí en letras, en historias, en poesía…
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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