Yo amo, con perdón.
Amo por encima de todas las cosas, que es, permítanme que les diga, de la única forma en que se puede amar.
Comparto su sudor y asciendo en su alegría de peldaño en peldaño.
Es decir: de dos en dos.
¿Saben qué?
Yo tampoco creía en la magia hasta que le vi.
A él.
Irradiándola, desprendiéndola, descontrolando el tiempo y cargándose con un gesto cualquier rutina impuesta, criando una primavera en cada estación.
Solo querría decirles eso.
Decirles: yo encontré un reino y lo llamé hogar.
Y fue tan inmenso como el más pequeño de los detalles.
Una barbaridad.
Así debía de ser mi cuento.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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