Bastaba besar sus labios para sentir los siguientes años de toda mi existencia.
Yo, queridos lectores, me quiero casar con este chico, aunque algunos me digan de que son solo papeles, para mi, ha sido siempre un sueño frustrado que nunca he podido llegar a cumplir.
Yo, a mis 14 años, conocí a este chico, mi primer chico, mi primer todo.
A pesar de no ser tan cercana, debido a mi timidez, sentí amor por este muchacho y mi amiga Carla, fue testigo de todos mis sentimientos silenciados.
Y lo quise, siempre lo quise a pesar de no expresarlo demasiado.
Nunca pude olvidar la vez que, en 2do medio, tomó una de mis manos y me dijo que me veía bonita, recuerdo que luego de eso se fue rápidamente a reírse con sus amigos mientras yo quedé ahí, jamás nadie me había dicho algo así y quizás fue por eso que una cosa tan banal significó tanto para mi.
Siempre que toqué otras manos, fueron esas las que yo recordaba.
Porque ese chico me marcó.
No sé debido a qué, ni para qué, no estoy segura siquiera si alguna vez lo sabré.
Encontrarlo fue el mejor regalo de esta vida.
Y, si muriese hoy y me preguntaran sobre que me gustaría llevar, elegiría llevarme el amor de este chiquillo.
No he amado tantos años para nada.
Y Si, a veces tengo miedo sobre que alguno se equivoque o quedarme como la última opción del panorama, pero sé también que él me ama tanto como yo lo hago.
A él le deseo cosas bonitas, merece cosas que hagan su corazón sentirse menos roto y más vivo que nunca.
Siempre y eso jamás va a cambiar.
Mi muchacho
"El amor estaba ahí, cerquita, esperando que le hablara. Escondido en timidez, disfrazado de amistad.". Y es que no sabe lo emocionada que me pongo cada mes esperando los 13. Y si, a veces dejo esperar un poco para no parecer tan ansiosa, pero miro el reloj cada 12, esperando que ya comience a ser 13. Hay cosas que me gustan de usted con ganas. No hablo de las facciones de su rostro o la proporción de sus piernas. Tampoco hablo de la forma de sus ojos ni mucho menos de la forma en que sus manos se moldean a mi cuerpo cuando hacemos el amor, no hablo tampoco de su cuerpo cuando lo veo vestirse ni de como sus dedos se enredan en mi cabello cuando me toca. Hablo de cosas sencillas como, por ejemplo: me gusta la manera en que sonríe cuando se enoja y también cuando no lo está. Me gusta su mirada concentrada cuando estudia, sus lunares rodeando sus hoyuelos. Me gusta cuando me dice que estoy regalona y le doy toda la razón del mundo. Me gusta porque me ha convertido en alguien...
Comentarios
Publicar un comentario