Él me quitaba las ganas de querer hablar con alguien más, hasta que vi que él vivía su vida, saliendo con amigos y colegas, hablando con otras y haciendo su vida. Yo tan solo lo esperaba a él y pensé: si él se va ¿con quién quedo? Mi familia claro. Pero hay que agrandar el ciclo y permitirse vivir también. Aunque cueste, por timidez. De a poquito, me dejo querer.

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Él.