¿Era él a quién había visto en un sueño? Ahora lo recordaba. ¿Era él? Lo había amado porque siempre hay que amar a alguien. Lo había amado sin recordarlo. No esperé mucho, pero hubiera esperado toda mi vida. Oí sus pasos sobre las piedras del piso. Con la austeridad de todo lo que es hermoso, el hombre apareció, inmóvil, en el marco de una puerta. Consciente de sus imperfecciones, lo adoré, porque en sus ojos brillaba una luz que me era favorable. - ¿Cómo saber cuando encontraste a esa "persona especial"? No hay un manual que te guié, no hay palabras para describir ni enseñar la manera de comprenderlo. Simplemente lo sabes.-

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Él.