Él era un sitio seguro. Él cuidaba de ella. Le encantaba hacerle la cena, incluso cuando estaba muy cansado. Lo que olvidaba uno, el otro lo recordaba. Tenían muchas cosas en común. Ambos eran románticos. Ambos eran de pueblos pequeños. Siempre estaban sonriendo y disfrutando. Eran el tipo de pareja que te hace creer en el amor. A todo el mundo le gustaría tener esa clase de amor que ellos tenían. Ese amor con el que sueñas por las noches.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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