Él.

¿Cómo sé que me ama? Lo sé porque me deja robarle su comida del plato. Y eso si que es amor. (risas). Pero la verdad es porque me regala sus mejores sonrisas. Me acompaña a películas a pesar de que no le gustan. Me escucha atentamente cuando le hablo de mis temas, aún no sabiendo de brujería o de fantasmas. Deja que ponga la música en la casa. Me ama porque antes de dormir siempre le gusta escuchar mis historias o hacerme el amor. Porque comparte todas sus experiencias conmigo. Quiere formar su familia conmigo. Porque a pesar de sus problemas, siempre tiene paciencia para escuchar los míos. Me ama porque no me lo dice con palabras, me lo demuestra con hechos. Me ama en sus días malos, en sus alegrias. Lo sé, lo siento. Lo siento en cada beso, en cada caricia y en sus mágicos abrazos. Me cuida cuando estoy enferma y me dice que me abrigue por las noches. Me desea lo mejor del mundo. Y espera que cumpla mis sueños. Me ama porque no me hace elegir entre pasar tiempo con mi familia o tiempo con él. Me ama porque me deja vivir… Pero bueno podría estar toda la tarde diciéndoles porque sé que me ama. ¿Y como sabe él que lo amo? Bueno, esa es una pregunta complicada. Yo solo espero lo mejor para él. No lo controlo, dejo que viva su vida, no lo hago escoger entre su familia y yo. Entre sus amigos y yo. Al contrario lo apoyo en todo, siempre le digo que comprenderé cualquier decisión que tome. Que su felicidad es primero. Que yo estoy aquí para amarlo y respetarlo y apoyarlo en todo. Que entiendo que necesita su espacio. Lo acompaño en sus problemas. Estoy tan conectada a él, que él antes de decirme que se siente mal, yo lo estoy sintiendo. Amo tanto su alma que lo puedo sentir a 100 metros de distancia. Mis amigas me dicen que siempre lo veo antes que todo cuando él esta cerca, porque sé como camina, paso horas mirando sus gestos, su forma de moverse. Dejo que me gane en las guerras de cosquillas. Cuando me habla me desconcentro por culpa sus pequeños ojos y en el mas dulce sonido de su voz. Siempre me molesta porque hago tonteras, y siempre le digo que es por su culpa. Muchas veces le cuento cómo me enamoré de él. Porque siento que es importante decirle cuan maravilloso es. Le escribo cartas con el mayor amor. Intento ser mejor por él, porque él me hace mejor persona. Un día me dijo que no lo abrazaba tanto, ahora pobre de él, que tiene que pasar entrelazado a mis brazos. No quiero perder ni un segundo sin que sepa que lo amo. ¿Usted cree que es suficiente?