Sé que odias que te ignoren, sé qué cosas comes casi a diario… Sé tu historia, sé del capitulo oscuro del que prefieres no hablar… Sé que te gusta el verde, Sé que te relaja el mar… Que detestas que te impongan algo… que adoras dormir. Sé a qué te refieres cuando hablas de tus defectos aunque nunca termine de entender que, supuestamente, tienes de esos. Conozco tu mirada cuando estás enamorado; conozco las palabras que usas cuando estás enojado. Conozco tus muslos, conozco tus manos, conozco tus sueños. Sé que quieres un quincho, una casa de madera , y disfrutas viajar. Sé que me amas y quizás siempre lo harás. Que no soportas el cereal con solo leche sin endulzar… que amas el pan de campo. Que el verde y el burdeo se te ven bastante bonitos. Que siempre miras primero el Whatsapp y no te gusta dormir con calcetines. Se que a veces pones tus pies a mi lado de la cama sólo porque te gusta sentir ese lado calientito. Sé quien eres y lo que serás. Sé que le temes a no cumplir lo que sueñas y aún así vas con todo a hacerlos realidad. Sobrevivimos a la necedad y también a los domingos, a la distancia, al tiempo, a la soledad. Sé quién eres… No te preocupes jamás en decepcionar.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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