Él.

¿Sabe por qué no me fío de las tentaciones?

Porque a su pareja la ve casi todos los días, conoce sus mañas, su cara por las mañanas, por las noches, en tristeza, en rabia, en añoranza, estudiando, en pijama (o sin él) en todas sus facetas, incluso en sus orgasmos.

A la otra persona, en cambio, la ves en sus mejores momentos, en compartir un almuerzo, trabajando o estudiando por unas horas juntos, incluso un día "completo" (puesto que jamás se pasan 24hrs juntos) a lo más puedes verle algo mañoso(a) debido al cansancio o sueño, pero jamás se vuelve algo tan personal como lo otro que tienes, te guardas una imagen que muestra y lo que le pueda decir por momentos en vía online.

Porque lo otro, a mis ojos, es algo completo, es ese que te ve en las facetas que te avergüenza mostrar con alguien más, es ese con quien puede ser completamente usted mismo alguien con quien puedes pasar la vida sin fingir ni un segundo.

Por eso cuido y me gusta que me cuiden.
Por eso evito lo que sé que puede hacer mal a lo que tengo.
Por eso me gusta estar en pareja.
Por eso me gusta hacer el amor solo con uno.
Por eso me gusta tanto amar.
Por eso, porque sé que hay solo uno.
Porque me lo propuse así.
Uno no conserva lo que pueda peligrar.
Uno se va con lo que hace mal.
Uno cuida, lo que vale la pena.
Uno cuida, lo que sabe que no va a volver a encontrar.