Enamorarte de alguien que nisiquiera sabe que existes no es el fin del mundo

De hecho es todo lo contrario.
Casi como entregar un exámen que reprobaste y, sin embargo, disponer de ese lapso en el que todavía no te han dado la nota- la clase de alivio que sientes al no haber sido rechazado, aunque sabes muy bien lo que pasará al final- En lo referente a aquel chico, me dispuse a retrasar al máximo la devolución del exámen.

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Él.