Fiesta I parte
Sentada en la sala de computación se encontraba ella, revisaba su facebook mientras la música de la otra habitación retumbaba en su oídos, sí... se aproximaba una fiesta, en la que obviamente debía bailar (acción que siempre evitaba puesto que no tenía la menor idea de como hacerlo).
Tecleaba cada vez más lento, tratando de buscar un buen motivo para no asistir a tal inevitable evento.
Mientras escribía incoherencias sintió una respiración ajena a la suya sobre su hombro derecho, giró su rostro y se encontró con el de él a no más de 5 centímetros.
Giró su rostro rápidamente sintiendo como su corazón había aumentado su latir y los poros de su piel se habían erizado a pesar del ambiente cálido en el que se encontraba.
Él le preguntó si bailarían juntos, ella se imaginó a los dos bailando una melodía lenta, algo en lo que sólo debería apoyar sus brazos alrededor de su cuello y moverse de un lado a otro, tal y como lo harían un par de pinguinos si tuviesen que danzar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una "bailable pieza de reggaeton".
Solo atinó a contestar :
- Por supuesto, apenas termine esto voy hacía allá . ... y le dió la más artificial de sus sonrisas.
Apagó la pantalla y vió su imágen reflejada en ella, tenía una mueca que le hacía ver realmente estúpida.
Su pálida tez no le era de mucha ayuda, trató de alborotarse el cabello pero éste era tan lacio que innatamente volvia a su lugar, sus ojos grandes y de largas pestañas oscuras se movian lentamente, inspeccionando cada detalle de ese reflejo que tanto le desagradaba.
Apagando a su vez la pantalla de otro computador, se levantó de la silla otro niño al cual ella conocía.
Él se acercó hacia ella y le tendió un brazo insinuando que ella se sujetase de éste y se intregrasen a la fiesta, pues sí, no tenía otra alternativa, podía oír como la música se burlaba de su fatal destino.
Sujetó el brazo del jóven y prosiguió a mezclarse con la multitud.
Tecleaba cada vez más lento, tratando de buscar un buen motivo para no asistir a tal inevitable evento.
Mientras escribía incoherencias sintió una respiración ajena a la suya sobre su hombro derecho, giró su rostro y se encontró con el de él a no más de 5 centímetros.
Giró su rostro rápidamente sintiendo como su corazón había aumentado su latir y los poros de su piel se habían erizado a pesar del ambiente cálido en el que se encontraba.
Él le preguntó si bailarían juntos, ella se imaginó a los dos bailando una melodía lenta, algo en lo que sólo debería apoyar sus brazos alrededor de su cuello y moverse de un lado a otro, tal y como lo harían un par de pinguinos si tuviesen que danzar, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una "bailable pieza de reggaeton".
Solo atinó a contestar :
- Por supuesto, apenas termine esto voy hacía allá . ... y le dió la más artificial de sus sonrisas.
Apagó la pantalla y vió su imágen reflejada en ella, tenía una mueca que le hacía ver realmente estúpida.
Su pálida tez no le era de mucha ayuda, trató de alborotarse el cabello pero éste era tan lacio que innatamente volvia a su lugar, sus ojos grandes y de largas pestañas oscuras se movian lentamente, inspeccionando cada detalle de ese reflejo que tanto le desagradaba.
Apagando a su vez la pantalla de otro computador, se levantó de la silla otro niño al cual ella conocía.
Él se acercó hacia ella y le tendió un brazo insinuando que ella se sujetase de éste y se intregrasen a la fiesta, pues sí, no tenía otra alternativa, podía oír como la música se burlaba de su fatal destino.
Sujetó el brazo del jóven y prosiguió a mezclarse con la multitud.
Está bueno, ya quiero ver qué sucede^^
ResponderEliminarLo único: "su pálida test...", es en realidad tez.
Pero me gustó :D