¡Rayos! no sabía como curarlo. A veces solía llorar y me desmorono por completo verlo así. Lo abrazo con todas mis fuerzas para que mi cuerpo emita ese mensaje de “no estas solo, yo te cuido ahora", de inmediato se vino a mi mente algo que él decía: “no hagas tantas preguntas solo ámame”. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Él.

Mi muchacho