Te vas a desenamorar de mí. Muchas veces. Y no me importa. Yo no quiero que vivas enamorado de mí. Lo que me importa es que vivas eligiéndome. Aunque estés enojado, triste o agotado. Que aún así, acabe el día y digas: «Ella. No sé por qué, pero ella. Mil veces ella

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