Una carta de amor entre sus dedos.
Una sonrisa nerviosa.
Un largo viaje hizo, solo para verla.
Y decirle, al fín , lo que sentía.
¿Cómo termina esta historia?
Temo asegurar que no muy bien.
No puedo entregarle un final feliz a este personaje.
Puedo entregarle amistad, pero no amor correspondido.
La dama en cuestión no está disponible.
Le ofrecí un personaje nuevo.
- Si no es ella, no quiero a nadie- Me reclama.
Pero ¿Qué puedo hacer yo?
Ya nada.
Él se contenta con tenerla dentro de su vida que fuera de ella.
Dice que esperará.
Asegura, que esperará.
Me reclama la goma, para borrar todo lo que llevo escrito.
Estos personajes de historieta nunca se conforman con nada.
Él.
Es un maníaco de los detalles y un psicópata enamorado de las cartas escritas a mano. Solía ser un hombre muy distinto a lo que es ahora, tiene una cultura rallante en la locura . Este individuo de ojos oscuros admite haberse enamorado de unadama que toca el piano cada noche y que, al igual que las mujeres que el solía enamorar, tiene mil virtudes y secretos bajo su vestido de gala. Él tiene millones de pecados, todos ellos, conocidos por nadie . Pero el sentimiento hacia ella tiñe la ciudad de una magia que ni siquiera la más roja de las pecadoras va a poder reemplazar jamás . Se apoyó suavemente sobre el cuerpo de su querida y, escondiendo el rostro en su pelo, recorrió su cuello y sus hombros ; ella se atrevió a sonreírle. Era tan tímida, tan dulce . Él sintió que su corazón ardía con fervor . Movido por un arrebato, la besó . -Tengo que ir - le susurró al oído. Él refunfuñó. Finalmente, consintió en dejarla ir. Se cubrió con las sábanas: sin ella, el frío era des...
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