Una carta de amor entre sus dedos.
Una sonrisa nerviosa.
Un largo viaje hizo, solo para verla.
Y decirle, al fín , lo que sentía.
¿Cómo termina esta historia?
Temo asegurar que no muy bien.
No puedo entregarle un final feliz a este personaje.
Puedo entregarle amistad, pero no amor correspondido.
La dama en cuestión no está disponible.
Le ofrecí un personaje nuevo.
- Si no es ella, no quiero a nadie- Me reclama.
Pero ¿Qué puedo hacer yo?
Ya nada.
Él se contenta con tenerla dentro de su vida que fuera de ella.
Dice que esperará.
Asegura, que esperará.
Me reclama la goma, para borrar todo lo que llevo escrito.
Estos personajes de historieta nunca se conforman con nada.
Mi muchacho
"El amor estaba ahí, cerquita, esperando que le hablara. Escondido en timidez, disfrazado de amistad.". Y es que no sabe lo emocionada que me pongo cada mes esperando los 13. Y si, a veces dejo esperar un poco para no parecer tan ansiosa, pero miro el reloj cada 12, esperando que ya comience a ser 13. Hay cosas que me gustan de usted con ganas. No hablo de las facciones de su rostro o la proporción de sus piernas. Tampoco hablo de la forma de sus ojos ni mucho menos de la forma en que sus manos se moldean a mi cuerpo cuando hacemos el amor, no hablo tampoco de su cuerpo cuando lo veo vestirse ni de como sus dedos se enredan en mi cabello cuando me toca. Hablo de cosas sencillas como, por ejemplo: me gusta la manera en que sonríe cuando se enoja y también cuando no lo está. Me gusta su mirada concentrada cuando estudia, sus lunares rodeando sus hoyuelos. Me gusta cuando me dice que estoy regalona y le doy toda la razón del mundo. Me gusta porque me ha convertido en alguien...
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