Rompí mi promesa.

Pues si, me habia prometido no contar nada a nadie.
Pero llegaste con tus encantadores silencios, y te conté un pedazo de mi.
Ese pedacito que nadie, incluso mi cama lo conoce.
Caí en la sinceridad.
Estando con la ropa puesta, quedé desnuda frente a tí.
Desnuda de palabra, de máscara, de sonrisa.

No volverá a ocurrir.
Esta vez, te lo prometo a tí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Él.